La trufa negra es un hongo muy complicado de encontrar dadas sus características; es por este motivo que el ojo humano no suele ser suficiente para localizar la trufa y se utiliza la ayuda del mejor olfato, el olfato de los perros adiestrados.
El adiestramiento de perros truferos consiste en enseñarles a identificar el olor de la trufa, rastrearlo y avisar al dueño si lo encuentra. Al ser algo que se realiza en plena naturaleza al aire libre, para el animal, buscar trufas es un deporte que disfruta y para nosotros es el mejor equipo de trabajo que podemos tener.
Entre los sentidos del perro destaca, sin duda alguna, el del olfato. Se estima que tienen entre 125 y 220 millones de células olfativas. Las personas tenemos tan solo cinco millones. Además, su bulbo olfativo es cuarenta veces mayor que el nuestro.
Los perros truferos son aquellos que han sido entrenados especialmente para detectar trufas por medio de su olor.
Cuando un perro trufero encuentra una trufa, se para delante del lugar, olfatea y marca rascando con sus patas (esto varía según la personalidad de cada perro) Después, su guía cava suavemente para desenterrar el hongo y recompensa al animal por el buen trabajo. Una vez extraída la trufa, hay que volver a tapar el hoyo.
Prácticamente cualquier raza de perro puede ser válida para la búsqueda de trufas. No hay una raza concreta que sepa encontrar estos hongos sin pasar previamente por un entrenamiento específico. Lo importante es que el animal tenga un buen olfato y esté motivado.
Tremendo equipo nuestra Ema, Honey y Mike.
